Paulina Luisi nació en 1875 (en Argentina) fue la primera médica uruguaya que se recibió en 1908. Lo hizo mientras soportó las burlas de sus compañeros y los prejuicios de una sociedad que se alarmaba porque una mujer viera a un hombre desnudo. Su especialización fue dermatología y enfermedades venéreas en París.
También fue docente en la Enseñanza Secundaria y ocupó la cátedra en la Facultad de Medicina donde pudo disponer de un laboratorio propio para sus investigaciones sobre fecundación y fertilidad.
«En este país, que sin embargo es el mío, carezco de la autoridad requerida para hablar de asuntos serios, científicos o sociales, porque la pícara naturaleza no me concedió el privilegio de pertenecer al sexo masculino», ironizó durante una conferencia en el Sindicato Médico.
Realmente fue una de las fundadoras del feminismo uruguayo, al crear el Consejo Nacional de Mujeres, convencida que sólo a través de la unión de las mujeres mismas, se obtendrían las reformas que aspiraban, porque muchas veces el dicho es cierto “la unión hace la gloria”.
Desarrollo una intensa labor en la defensa de los derechos de la mujer: en liberar a la mujer de la tutoría del hombre y su consecuente crecimiento moral e intelectual como persona. Se destaca su preocupación y su lucha por la paz, contra la trata de blancas, la defensa de madres solteras.
Actúo en política, siendo miembro fundadora del Partido Socialista del Uruguay en 1910. Fue la primera mujer latinoamericana en concurrir en representación de un gobierno a la Sociedad de las Naciones y delegada del gobierno en la Comisión de Protección a la Infancia y la Juventud (1922-1932). Promotora y luchadora incansable de los valores de la mujer, entre ellos el voto femenino. El sufragio femenino se obtuvo en 1932. Tuvo una ardiente vocación de justicia, creó organizaciones sociales y sindicales para mujeres, la Unión de Telefonistas y el de Costureras de Sastrerías.
Participó en numerosos congresos y dictado diversas conferencias, trabajó intensamente en todos los temas de su especialidad médica. Publicó varios trabajos y entre obras, una tan audaz como “La enseñanza sexual” donde proponía una enseñanza en las escuelas tanto a las niñas como a los niños.
Paulina Luisi falleció en Montevideo, en 1950, a los 75 años. En el Prado de Montevideo, hay un árbol consagrado en su memoria.
Ella es una de las mujeres que marcó un camino para nosotras, y para aquellas mujeres que desean ser doctoras, para que no sufra el prejuicio y las burlas que ella soportó, sin dudas una heroína de la vida real.